lunes, abril 12, 2004

Ser americano...

Dice Eduardo Galeano, en "Las venas abiertas de América Latina":

"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron sus dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos.

(...) Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos, otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neo-colonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno.

(...) La lluvia que irriga a los centros del poder imperialista hoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes -dominantes hacia adentro, dominadas hacia afuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga".


El libro de Galeano abunda en cifras que no se repetirán aquí. Quienes quieran leerlo, pueden bajarlo de otro blog: http://www.zonalibre.org/blog/txtnt/

Es interesante pensar en América. ¿Qué es América? ¿Quiénes somos nosotros, los americanos? Y más aún: ¿quiénes somos nosotros, los argentinos de mierda que ni siquiera tenemos ancestros nativos de esta tierra? Los argentinos somos guachos eternos, desterrados sin Padre.

Y la realidad es tan evidente que obliga a mirar a otro lado: la Revolución Industrial fue posible gracias a las riquezas que se robaron de América, que no es "El Nuevo Mundo", ni el "Nuevo continente", y que aunque no queramos verlo, ni siquiera fue "creada" por lo europeos, sino que fue descubierta y por esto ni siquiera deberíamos referirnos a ella como América. Quisiera saber el nombre que le habían dado sus habitantes originales.

Los que quedamos somos basura americana, del primero al último, porque todavía no hemos realizado nuestra condición; no somos, estamos.

Odio ser argentino y amo ser argentino. Escucho opiniones en mpilberg@hotmail.com, o en mi otro blog, donde pueden dejar comentarios.

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