martes, abril 27, 2004

des-varíos varios

1
Maté mil veces. "No importa", mentí. Y era mi cuerpo el que quedaba a mis espaldas. Recuerdo esto ya, que limpio el acero de sangre.
Tengo estilo:
1: Espero el momento justo.
2: Me agazapo.
3: Soporto la presión de la sangre en mis ojos.
4: Silbo a la luna y salto al vacío, desfigurado por la risa.
5: Me hago a mí mismo lo que me hicieron mil veces.
6: Después, todo el tiempo, una sonrisa extraviada ilumina mi rostro.

Lo único importante es no tener piedad y seguir adelante. Jugar fuerte, redoblar la apuesta y no abandonar nunca. Recordar: lo que no te mata te fortalece. Amén.


2

Las cadenas del lenguaje nos condenan a leer linealmente en el mosaico de la experiencia. En un mismo gran acto estelar, el pensamiento se libera y nos mutila. Somos una especie en más sentidos de los que imaginamos y la percepción que nos corresponde es la misma del insecto. El efecto de la realidad es aplastante, y al igual que un gusano se regodea en la carne podrida, nos revolcamos satisfechos bajo el estímulo de nuestra percepción de la vida, necesariamente insuficiente.

Pero lo que podemos nombrar, lo que podemos nombrar se yergue y se vuelve real.


3

Puntos de partida:
1) Un hombre descubre por casualidad que su número de afiliado a una prepaga está duplicado. El hallazgo lo conduce a un descubrimiento mayor, terrible, sobre el funcionamiento del universo. En el relato no debe decirse nada sobre este descubrimiento de manera explícita; apenas, entre líneas, se insinuará que: sus consecuencias serán terribles, resultarán evidentes a poco de pensarlo, conocerlas no implica ventaja alguna, no... antes bien al contrario.

2) Despierto una mañana y, por primera vez en mucho tiempo, trato de recordar las razones por las cuales yo debía estar triste y enfadado. De alguna misteriosa, vaga forma, comprendo que el suceso, a simple vista intrascendente, cobrará una importancia fundamental a lo largo del resto de mi vida.

3) ¿Es posible alcanzar la sabiduría por medio del dolor?

4) A, cuya vida apesta, logra entrar, gracias a raras artes mágicas, aprendidas no sin esfuerzos y privaciones, en la conciencia de B, quien posee, sin jamás habérselo propuesto, una fuerza interior que lo lleva a seguir cada uno de sus impulsos y cuya vida es luminosa (tres finales posibles para esta historia: a) A no soporta el impacto del retorno a su conciencia y a modo de castigo se automutila progresivamente, hasta que sólo quedan pegados a él tronco, cabeza (sin ojos, nariz, orejas ni lengua) y un brazo. Al fin, A, no sin esfuerzo y tras intentarlo varias veces, consigue clavarse un cuchillo en el corazón. Como la herida no es profunda, A vive una larga agonía, durante la cual sólo piensa en que hubiera sido mejor deslizar una navaja por su cuello, al principio. B jamás se entera de esta genial epifanía-metáfora y vive feliz hasta su muerte; b) A permanece en la conciencia de B, pero sólo se manifiesta durante los sueños de éste. B comienza terapia y no lo entienden; c) Después de una breve pero encarnizada batalla psíquica, B desaloja, triunfante, al intruso, quien por el resto de su vida planeará la manera de introducirse nuevamente en esa conciencia resplandeciente, sin conseguirlo jamás).

5) Un niño construye un castillo de arena y lo derriba entre risas histéricas. La repetición permanente de esta conducta, que se extiende durante cinco días, alarma a los padres de la criatura, que acuden a un especialista en psiquiatría infantil. El profesional, que goza de renombre internacional, que es autor de varios libros sobre el tema, que tiene esposa e hijos, cuatro hijos, el profesional, digo, de cuya madre los restos contiene una urna empotrada en una pared del cementerio de la Chacarita desde hace treinta años, por lo cual ya de ella no ha de quedar más que polvo, digo que este profesional, este doctor, que contempla fijamente su propia mierda cada mañana antes de tirar la cadena para prevenir infecciones, que se lava los dientes describiendo círculos en sentido contrario al movimiento de las agujas del reloj, que tolera las infidelidades de su hermosa esposa porque las considera justas y porque, en el fondo, lo excitan, este hombre, del cual no sabemos absolutamente nada, escucha con paciencia a los padres del chico por un lapso indefinido de tiempo, durante el cual de sus ojos se desprenden, como pequeñas explosiones, brillos imperceptibles que traspasan el hastío del espacio contenido por las paredes pintadas de blanco de una oficina en un consultorio de un sexto piso (una altura ideal para el suicidio vía salto al vacío; suficiente para matar el cuerpo, lo bastante breve para no extender demasiado la agonía durante la caída, piensa el doc) en un edificio en la capital federal de un país de mierda que es la construcción de una manga de hijos de mil puta como todos los países del mundo. Luego extiende con toda tranquilidad y suficiencia y cansancio una receta, que firma puntillosamente. 20 años después, el pequeño constructor-destructor, ahora devenido en hombre, ya no ríe de manera histérica, no.


4

¡CUIDADO! Lo que podemos nombrar se yergue y se vuelve real.


5

Tímidamente, comienzo a pensar que, si yo lograra dejar de pensar en la tristeza y en el mal humor, entonces, pasado un tiempo prudencial, digamos unos meses, cuatro o cinco, tal vez yo podría olvidar que alguna vez me sentí triste y enfadado...

Las puertas tienen dos sentidos, impedir la entrada y la salida, relacionados como es obvio con la ubicación espacial. Como las puertas, las palabras revelan y ocultan.


6

Aquí están, los perdedores de la fe. Desfilan, se desamparan, se van quedando más guachos. Pobrecitos, bajo la suela el suelo les tiembla, y por encima tiemblan ellos. Y alrededor todo es pampa y alrededor todo es vidrio que se les mete por los ojos; lastima su alma cada astilla que se clava.

“No hay lugar para ustedes aquí. Tenemos historia, norte, próceres, dioses y demonios, y ninguno de ellos se refleja en vosotros”. Pero sí estaban, y eran la pampa, y eran el vidrio, y por ellos la melancolía, y por ellos la tristeza, porque siempre es triste la traición, cuando no nos brinda nada a cambio.


7

En el mar austral de la basura surfeo en la basura. Olas de cables como montañas sobre mí. Tienden sus trampas, los cables, las cadenas, los reflejos afilados. Busco felicidad y descubro algo parecido a esto, que vivo ahora.
¡Así que esto es el futuro del hombre! Fucking bored, so bored...
"Ciudadano Pilberg" (pasa un rayo un cartel) "se le ordena presentarse de inmediato en..." (¡Damned! Too fast for me, y ya me alejo sin remedio).
Send a message to my e-mail, pls.

Viejas y nuevas TVs de ultra e-remate, licuadoras de carne espacial, especiales de cine con final a elección, incorporación de giros linguísticos en media hora,
¡Imprescindible presentarse!
Vedettes tecnogastadas que no dan más, pero sonríen igual. Los bebés recién muertos, con su famosa carne congelada... El nuevo galancito José Luis nos abre su casa y confiesa: "A mis siete años, puedo decir que lo he visto todo ya",
¡CONFIESA!
Fijo mi vista de plata a lo lejos, y lo que viene es lo que ya pasé de largo,
y culos gordos y adolescentes pintadas como hace mil años, y la navegación en círculos es lo mejor para los orgasmos ¡neuronales!

Escarbo la basura. Acaricio con mis dedos lo que se tira, LO-QUE-NO-SIRVE. Veo brillar el sol en los reflejos del metal del plástico del vidrio, toneladas de vértices punzantes y pienso después de la cultura del shopping se consiguen buenas ofertas y todavía más me digo lo mejor es este desierto, este mar, esta capa de deshechos cubriendo la tierra y si caes estás muerto, nenito.

Reduzco la velocidad y leo "conozco esta movie, viejo, la conozco como si la hubiera escrito yo, pero cada día me sorprende", "Febrero de 1993, Buenos Aires", "favor de presentarse en dentro de las próximas 48 horas, caso contrario iniciaré acciones", "mi amor por vos no va a cambiar nunca, pese a lo que digan los demás y te aseguro una sola cosa, Rosalía, mi querida, y es que al volver a Santiago yo", "PELIGRO ELECTRICIDAD", "NO PASAR", "PROHIBIDO PISAR EL CÉSPED", PROHIBIDO SALIVAR", "NO COMPROMETA AL CONDUCTOR", "PROHIBIDO ASOMARSE Y SACAR LOS BRAZOS", "SE PROHÍBE ABRIR LAS VENTANILLAS EN ÉPOCA INVERNAL O DE BAJA TEMPERATURA"...

Pienso La electricidad nos ha vuelto locos a todos. Debo levantar rápido esta muralla, si no quiero que mi piel arda como papel, que mi esqueleto pobrecito se desmorone como un castillo de naipes, debo terminar antes de mi hora de ver TV, señorcito, así que con su permiso me voy pa´dentro ´e la pieza.

Ciudadano Pilberg recuerda los esclavos no conocen otra vida que la del esclavo y quieren a sus amos y merecen ser esclavos por eso toda su vida y ni siquiera comprenden que hay otras formas de vida, mejores, más suaves y dulces, con mejores mujeres y trabajos mejor pagados y la futura basura tecno de última generación y mejores sistemas de salud y vacaciones de arena blanca, fina, de aguas tan limpias que podés ver los peces mordisqueando delicadamente tus pies y por sobre todo ciudadano Pilberg nunca pero nunca olvides que la única realidad es la que forman tus recuerdos y que si podés cambiar tus recuerdos podés cambiar tu realidad porque no importa lo que pase, lo que importa es cómo y desde qué lugar lo veas. Y la TV miente, por cierto, porque no puede ser de otra manera, y además amplifica y retransmite sin pérdida visible de calidad de la imagen. Una ganga-ganga, una ganga-ganga en serio.


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