lunes, abril 12, 2004

Instituciones

Familia, Iglesia, Escuela, Estado, Amistad... todas lo mismo, todas (y las más queridas las peores) son rejas de esta cárcel.

¿Que cuál cárcel? ¡¿Es que no lo ve nadie!? Vivo en una enorme cárcel, sí, por cuyos pasillos oscuros me deslizo, sí, como una mancha de humedad en la pared, sí, anónimo y pasmado, sí.

Esta prisión (a prueba de fugas, pero prisión al fin) nos mantiene a salvo de la verdadera vida... esa que late en la selva desde el comienzo de los tiempos... esa que convirtió al primer pez en asesino, apenas tuvo hambre... esa que se desenvuelve en vastas praderas bajo el sol y al borde del volcán y bajo los océanos...

Las rejas de esta cárcel me hacen feliz; sin ellas no podría sino mirar frente a frente la posibilidad de que el hombre sea todo lo que el hombre puede ser...

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