lunes, mayo 10, 2004

Controlar y castigar

Leo que una compañía está desarrollando una tecnología para interpretar la información almacenada en el cerebro mediante la decodificación de ondas. Es una empresa norteamericana. Se llama Brain Fingerprinting Co y tiene un doctor Lawrence Farwell que dice que el método puede ayudar a las autoridades “a determinar la verdad en relación a un crimen o un acto terrorista detectando información almacenada en el cerebro”.

Vos sos sospechoso. Te muestran escenas de un crimen. Unos sensores captan tus ondas cerebrales, producidas por estímulo de las fotos. Un software, un programa escrito por hombres, interpreta tu reacción: estas condenado, sos hombre libre.

Farwell explica que “la tecnología puede distinguir con precisión entre una persona inocente y un criminal o terrorista al detectar el conocimiento de un crimen en el cerebro de su perpetrador”. Claro.

Hay críticos a esta tecnología, que alegan que el olvido de partes de la escena del crimen harían desaparecer cierta información del cerebro, lo que volvería impreciso al test. Es decir, la tecnología debe ser rechazada por su falibilidad. ¿Pero y si fuera efectivamente infalible, o se desarrollara alguna otra que lo sea?

PELIGRO: La técnica de detección de ondas cerebrales ya se admitió como evidencia científica en el 2000, en el caso de Jimmy Ray Slaughter, quien fue liberado después de 27 años, por un crimen que supuestamente no cometió.


Es tan evidente... que mejor no verlo. Hay un poder como nunca antes lo hubo, subido al trono del mundo. Todo este muendo en el que cogemos, estudiamos, pateamos una pelota, vamos al cine o leemos historietas se sostiene mediante la violencia.

El dinero sirve, además de para comprar los misiles más lindos y de largo alcance, además de para bombardear durante día y noche a los países cuyas riquezas (o mujeres, porque no) vos codicies, sirve, digo, para pagar el desarrollo de ds cosas. Por un lado, de un sistema de creencias que justifique tus actos de hijo de puta. Por el otro, de un sistema de publicidad de ese sistema de creencias.

Ciencia y medios. La ciencia está orientada al control de las personas. Nuestros hijos, y mucho más nuestros nietos, serán reconocidos caminando por la calle, y ni siquiera habrá necesidad de decretar toques de queda. Las personas serán reconocidas a distancia, monitoreadas desde celulares tecno.

Los insurgentes del mañana serán científicos o no serán nada.

Cualqueir iniciativa orientada a frenar este avance del Estado sobre nuestros cuerpos y mentes, firmas, petitorios, proyectos de ley, debe ser apoyado por nosotros, la sociedad civil. Mucho más importante que el aumento del gas, tarde o temprano, vamos a vernos obligados a preocuparnos por eso.

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