Caramba, malas noticias para los porteños: prohíben vender alcohol en la Capital Federal de Buenos Aires, después de las 23. Esta medida es una muestra más de que con las autoridades siempre están dispuestas a recortar un poquito las libertades. Quién se va a oponer a que no dejen tomar a un pibe de 20 años, sin trabajo y sin plata, una cervecita?

Pero también por estas pequeñas cosas pasa la liberta civil, porque no me digan cuándo y dónde ni con quién ni con qué, mientras mi accionar no perjudique a terceros.

Caramba, drugos, ¿o realmente pensamos que por tomar algo en el kiosco de la esquina un chico va a robar o a pelearse o violar la ley? No no no no no no: si se comporta como un verdadero málchico, será por otras cosas que le están pasando en la cabeza o de las cuales carece. Pero no por tomarse un trago ni fumar alguna hierba. La solución a los crímenes pasa más cerca de las comisarias, las escuelas, el trabajo y el Congreso que por los kioscos, queridos drugos.

Bajé la news de Clarín, el gran diario, está en http://www.clarin.com/diario/hoy/s-03504.htm