jueves, marzo 06, 2008

Quiero reencarnar en Iggy Pop

Cuando escucho el nombre Iggy Pop lo primero que me viene a la mente es el despliegue más poderoso de energía que recuerdo haber visto sobre un escenario,; el ángel increíble de una persona capaz de atraer toda slas miradas de un estadio sobre su torso desnudo y su jean roto en la cola; la personalidad magnética de un artista que enardece a su público durante lo que dure el show, y que los deja partir, una vez terminado, con esa extraña sensación de cansancio y felicidad que se parece lejanamente a la que se experimenta tras un orgasmo; el carisma propio de aquél que, por haber caminado tanto, ha visto mucho y comprende demasiado.

Bueno, en este punto cabe aclararles: no esperen encontrar aquí info desconocida de Iggy Pop, ni su biografía, que eso lo pueden hallar googleando o yahooleando o whatever. Acá se van a enterar simplemente de por qué me cabe Iggy Pop.

La primera vez que lo vi fue, casi, de casualidad. Me invitan a verlo a Obras. Pienso en Brick by Brick, que por entonces era el disco que se escuchaba de él, pienso que el tipo había sido un Stoogie, me digo Ok, vamos a verlo, así sin mucha expectativa, como quien aprovecha para salir de joda y, de paso, ver un recital.

Cuando lo vi salir a escena no lo podía creer. Aquí vuelvan a leer todo lo que puse arriba, en el primer párrafo, para qué repetirlo con otras palabras. Años después, cuando sacó American Caesar, entendí el sonido de aquella noche en Obras Sanitarias.

Otra cosa: una tarde, varios días después de la ruptura de una relación amorosa de varios años, lloré amargamente todo American Caesar, tema tras tema, como una catarsis, sin poder parar, hasta el punto de la comicidad para el que lo vea de afuera, imaginen a un grandote boludo llorando a moco tendido mientras escucha Jealousy a todo volumen, o Hate, o Mixing the Colors, o Beside You. Iggy, nunca voy a poder agradecerte el dulce desgarro de esa tarde lloviosa encerrado en mi cuarto, tirado en la cama, cuando supe que el amor se había muerto definitiviamente.

Lo otro que recuerdo inmediatamente de Iggy Pop es su participación, junto con Tom Waits, en Coffee and Cigarettes, film en el que el director Jim Jarmusch enlaza una serie de cortometrajes para componen un largometraje, con la participación de una enorme cantidad de figuras. Me impresionó ver su cara en este film, esa cara arrugada, vieja, de ojos sabios y callejeros, ese rostro marcado por la vida.

Acá está la escena: http://www.youtube.com/watch?v=K6Mw6b1T50U

Bueno, no me pidan más che, la idea de este blog no es matarme escribiendo (cosa que se nota, por cierto) sino ir como flotando, haciendo la plancha, dejando que el viento y la corriente me vayan llevando. Podés llamarlo comodidad, mediocridad, falta d eimaginación, poco compromiso y cosas así.

Pero igual, si leíste hasta aquí y querés conocer o releer vida y obra de la Iguana, y no estás conforme con este post, tenés premio: en este enlace vas a encontrar un excelente post de un excelente blog, dedicado (el post, no el blog) a Iggy Pop: http://grimoriovoynich.blogspot.com/2007/04/iggy-pop.html

Yo lo leí y me gustó mucho.

Bueno,

Bueno,

Bueno,

No me mirés con esa cara de boogie boy, Iggy, ya sé que este post no te merece,

1 comentario:

abunda dijo...

Hola. Encontré este post buscando el año de ese recital de Obras. Porqué. Me preguntaron ¿cuál es el mejor recital al que fuiste en tu vida? La respuesta fue sin pensar, esas que da el interior de uno sin pasar por el intelecto de uno. Tengo 33 años. Un saludo.