martes, marzo 07, 2006

Yerba mala


¿Cuánto? ¿Dos años? ¿Y el blog sigue ahí?

Leo el diario de hoy y me doy cuenta de cuántas cosas han pasado en el país.

La trampa, a mi ver, es la siguiente: las cosas se suceden a una velocidad vertiginosa, como si fuésemos pasajeros varados entre andenes, que vemos pasar los trenes como borrones a nuestro lado, pero que nunca podemos subirnos.

Sin embargo, cuando nos acostumbramos a ese continuo pasar de trenes, descubrimos el verdadero sentido de que "todo cambia, para que nada cambie".

Pesimista, sí, por supuesto. ¿O es que se puede ser optimista con respecto a algo?

Este diario de viaje, esta bitácora, este anotador de ideas siempre bocetadas y nunca pulidas: bienvenido de nuevo a bordo, después de tanto tiempo.

No hay comentarios.: